lunes, 4 de enero de 2010

¿SOMOS CONCIENTES?


En Argentina mueren más personas a causa del tránsito que por el uso de armas de fuego.

¿Sómos concientes que en nuestro país es más probable perder la vida conduciendo un auto, viajando como pasajeros o simplemente cruzando una calle que en un episodio de robo a mano armada?

Sí, aunque cueste creerlo,en la Argentina fallecen o quedan lesionadas más personas a causa del tránsito que por el uso de armas de fuego en un robo.
Además los datos estadísticos no sólo nos indican que podemos ser víctimas de un hecho de tránsito, si reflexionamos un segundo, comprenderemos que en un instante nosotros mismos podemos convertirnos en homicidas de otros o de nuestra propia familia por conducir un vehículo de manera irresponsable.
Por eso la problemática de la Seguridad Vial es tan profunda que cuando parece que en la imaginación se agotan estos ejemplos y comparaciones, siempre surgen otros que quizás nos pintan tal cual somos y nos pueden ayudar a comprenderla mejor.
Pensemos como en nuestra vida diaria cuidamos nuestra seguridad personal y la de nuestros hijos para que no sean víctimas de un delito, pero cuando llega el sábado a la noche les prestamos el auto, a veces sin preocuparnos en las condiciones que manejarán al salir de bailar y mucho menos en las consecuencias legales si algo pasa.
Y hay más, preocupados por su futuro de nuestros hijos hacemos grandes esfuerzos económicos gastando o nvirtiendo, depende como nos salgan, en su educación. Pero a veces no somos tan cuidadosos por la manera en que aprenderán a manejar y si están realmente preparados para obtener una Licencia Habilitante de Conducir.
Ahora bien antes de flagelarnos por ser tan malos ciudadanos y padres, sepamos que somos parte de una sociedad a la que aún le falta reflexionar y tomar mayor conciencia sobre estas cuestiones que hacen a la Seguridad Vial.
El consumo de alcohol, costumbre y en ocasiones adicción muy presente en nuestra sociedad, es una de ellas y este primer número trata de abordar esta problemática social con graves consecuencias en la Seguridad Vial.
El alcohol, como dijimos con buena aceptación social, junto con otras drogas son los responsables y están asociados muchas veces, a la conducción temeraria e imprudente que produce la muerte en la etapa media de la vida como principal causa.
No olvidemos también que un alto porcentaje de nuestra población consume otras drogas
legales como antidepresivos y algunos analgésicos o tranquilizantes, descongestivos antihistamínicos que provocan por sí solo estas consecuencias o también potencian el efecto del alcohol.
Nadie se salva de sus riesgos, nuestras estadísticas marcan que aquellos que tienen más de 1,50 a 2 gramos generalmente no son conductores, porque les resulta imposible subir al vehículo, pero sí son peatones atropellados porque no pueden discernir con ese nivel de alcoholemia.
Así también por ejemplo en las normas de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires se prevée una sanción para el acompañante de una moto o motocicleta alcoholizado, porque obviamente éste puede en ese estado ocasionar un siniestro vial.
Pero si a estas adicciones le sumamos la anomia social o el poco respeto a las normas y el grado de violencia instalada en nuestra sociedad, se forma un coctel explosivo, si cabe la expresión hablando de alcoholemia, que se manifiesta en el lugar más común a todos que es la vía pública.
Esto que comentamos es como si fuera un Iceberg donde lo evidente es la tragedia diaria con choques, autos destrozados, y lo más grave; personas heridas y fallecidas.
Pero los verdaderos problemas están bajo el agua y son la causa de lo que vemos. Causas generales como las enunciadas (adicciones, no respeto a las normas y violencia social) o propias de la Seguridad Vial como la falta de controles, sanciones y la fácil obtención de una Licencia de Conducir en gran parte del país.
Y por supuesto que estas cuestiones no se resuelven solo con implementación de políticas públicas específicas en materia de Seguridad Vial, sino que deben ser el esfuerzo compartido y coordinado de más de un área de gobierno, tanto nacional como provincial y municipal.
Los controles de alcoholemia en las calles, cuya finalidad no es ni más ni menos que cuidarnos y evitar que nos convirtamos en víctimas o responsables de una muerte, si bien pueden mitigar los efectos de una sociedad con adicciones generalizadas por si solo no serán la solución si estos no están acompañados por otras medidas más amplias de carácter integral y permanentes en el tiempo.
Volviendo a las estadísticas, los conductores deberían tener una probabilidad al someterse a estas pruebas, por lo menos, una vez cada tres años. Es decir, todos los que estamos leyendo este artículo tendríamos que haber pasado al menos una prueba de alcoholemia en los últimos tres años. Nos preguntamos ¿esto es así hoy en todo el país?
La falta de concientización con campañas, de control y de sanciones efectivas nos lleva a que se minimicen estas acciones sin lograr adoptar una cultura donde si uno maneja no toma o, si toma no maneja.
Es cierto que en los últimos años a nivel político se ha avanzado sobre la problemática, con acciones concretas como la modificación de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, la creación de la Agencia Nacional o la adhesión a esa Ley Nacional por parte de la Provincia de Buenos Aires, campañas dirigidas a disminuir la siniestralidad vial, por mencionar algunos hechos destacados. Es también responsabilidad de las entidades del sector privado acompañar y controlar que estas acciones perduren y cumplan sus objetivos y principalmente cada uno de nosotros como parte integrante de la sociedad tomar conciencia cumpliendo las normas de tránsito. •

Escribe: Dr. Pablo Fappiano
Director de Seguridad Vial
Fundación Aprender

¿COMO ENFRENTAR EL MAYOR PROTAGONISMO DE LOS CIUDADANOS EN EL ESCENARIO ACTUAL Y FOMENTAR LA COLABORACION INTERSECTORIAL?


Esos parecen ser los mayores desafíos para las Ong’ s que quieren trabajar en la formación e información de la Seguridad Vial, en un contexto en el que las realidades se van transmutando. Las claves del éxito las encontramos en la participación activa de todoslos sectores y agentes relacionados con la movilidad y la accidentalidad urbana. Incorporando las tendencias globales que involucran la utilización de herramientas virtuales, empíricas y teóricas, como así también los recursos de infraestructura indispensables para una propuesta integralpara la concientización vial.  La Fundación Aprender a través de su equipo multidisciplinario ha creado un plan de trabajo que contempla acciones de prevención, asesoramiento normativo y  software de última generación, desarrollo de espacios de discusión y capacitación en distintos niveles.